Frecuentemente escuchamos de problemas de confidencialidad, éticos y legales a los que los usuarios de redes sociales se exponen; sin embargo, en la mayoría de los casos no es la tecnología (la red social) la causante sino el usuario mismo. Como profesionales de la salud debemos estar al tanto de los beneficios que las redes sociales nos ofrecen, sin dejar de observar ciertas precauciones que pueden evitarnos los mencionados problemas. Si eres miembro de una red social o piensas serlo te recomendamos tener en cuenta los siguientes puntos:
1. Escoge la red social adecauda para el propósito adecuado. Tal vez Facebook no sea la red adecuada para mantener tu información profesional, pero quizá sea el medio adecaudo para mantenerte en contacto con tus amigos. Existen redes sociales para cada propósito. Te recomiendo explorar Linkedin como una opción para mantener tu información profesional; si eres un investigador, en particular en el área biomédica inscríbete en BiomedExperts, que te permite mantener al día tu perfil como investigador y ponerte en contacto con otros investigadores en tu campo; conoce redes como Patientslikeme que permiten a los pacientes con enfermedades o síntomas en común compartir experiencias y hasta mantener un perfil de salud; finalmente puedes usar redes sociales como Facebook o MySpace para estar en contacto de manera personal con amigos y conocidos. Manten separados tus contactos de acuerdo al tipo de relación que quieres tener tal como lo harías en tus relaciones cara-a-cara.
2. Configura tu perfil de acuerdo a tus necesidades. Configurar tu perfil y tus preferencias de privacidad es quizá lo más importante por hacer cuando participas en una red social. El principio general de una red social es el de asumir que los usuarios quieren compartir toda su información con todos los participantes. Cuando creas una cuenta en una red social lo más probable es que tus preferencias permitan que tu información sea accesada por cualquier persona. Antes de comenzar a publicar tus opiniones, fotos, videos o contactar conocidos asegurate de configurar tus preferencias para que sólo quienes tú apruebes puedan tener acceso a tu información. Todas las redes sociales más populares te permiten mantener tu privacidad si así lo decides. Al igual que no permitirías que cualquier persona hojeara tus albums familiares, no permitas que cualquiera que encuentre tu perfil tenga acceso a toda tu información.
3. Piensa antes de publicar. Muchas veces pensamos que las redes sociales, por ser relaciones “virtuales”, nos dan cierto grado de anonimidad; por el contrario, la información que publicamos en estas plataformas está asociada a nosotros de una forma casi permanente y está más accessible que mucha de la información de nosotros que existe hoy en día en papel. Cada vez que publiques algo en una red social, o en el Internet de forma general, piensa en las implicaciones que pudiera tener en un futuro si familia, amigos, potenciales empleadores o colegas tienen acceso a dicha información.
4. Sé selectivo en tus contactos. La gran ventaja de una red social en línea comparada con las relaciones cara-a-cara, es el poder tener acceso a contactos que de otra forma no tendríamos. Sé selectivo al agregar contactos a tu lista de “amigos” en tu red social y de igual forma sé selectivo al solicitar ser parte de la red social de alguien más.
5. Mantén al día tu información. Muchas agencias de reclutamiento hoy en día, y de igual forma empleadores en general, están adoptando la práctica de buscar o corroborar información de posibles empleados mediante sus perfiles en redes sociales. Asegúrate de que tu perfil esté al día y que sea adecuado para el propósito de la red social.
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